¿Es posible tener complexión delgada y obesidad a la vez? | Los peligros del MONW

obesidad delgada / MONW obesity
¿Sabías que existe la obesidad delgada? Tener una aparente buena apariencia no es un signo de salud, descubre aquí por qué y cómo puedes tener un peso realmente saludable.

El desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2 se asocia con la obesidad metabólica con peso corporal normal (en inglés metabolic obesity with normal body weight o MONW).

Sin embargo, la práctica clínica no diagnostica MONW. En pacientes aparentemente sanos (sin obesidad) la medición de la resistencia a la insulina o la obesidad no es de amplia aplicación ni tiene consenso definido.

Este trastorno metabólico se asocia con una mayor tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades relacionadas. Es necesario crear modelos de diagnóstico apropiados que identifiquen personas con «peso normal» y estas anomalías metabólicas. De esto depende la prevención y el tratamiento.

Revisa aquí una mirada general del MONW

Introducción

¿Es posible tener complexión delgada y obesidad a la vez? | Los peligros del MONW

Es difícil mantener una buena salud con este estilo de vida moderno que llevamos. La obesidad se suma con trabajo sedentario, poca actividad física, dieta inadecuada, comidas irregulares, bocadillos entre comidas y comer en exceso por la noche.

La OMS define la obesidad como una acumulación anormal o excesiva de grasa que representa un riesgo para la salud. Hay datos preocupantes de 68,5 millones de personas en 195 países entre 1980 y 2015. Las tasas de obesidad infantil y adulta se duplicaron en 73 países, y la mayoría experimentan aumentos constantes.

Se sugiere que para 2030 una de cada dos personas adultas será obesa. Una de cada cuatro personas adultas será severamente obesa.

Cualquier dieta puede conducir a la obesidad cuando el cuerpo recibe demasiados nutrientes. En los adipocitos se almacenan los triglicéridos en exceso (células grasas). La hipertrofia y la proliferación de células de adipocitos pueden ocurrir como resultado del aumento de la masa grasa.

Varias enfermedades se relacionan con el exceso de grasa corporal:

  • Síndrome metabólico (MetS)
  • Diabetes mellitus tipo 2 (DM2)
  • Hipertensión
  • Cardiopatía isquémica
  • Aterosclerosis
  • Hiperlipidemia
  • Hígado graso no alcohólico
  • Complicaciones osteoarticulares, musculoesqueléticas y respiratorias.

Además, se sabe que la obesidad es un factor de riesgo para el cáncer de mama, cáncer de útero, cáncer de esófago y cáncer de riñón también.

La obesidad es un trastorno heterogéneo

En términos de distribución del tejido adiposo, perfil metabólico y riesgo cardiovascular y metabólico, la obesidad se caracteriza por una variabilidad interindividual. Hay más probabilidad de desarrollar DM2 y la cardiopatía coronaria con el almacenamiento excesivo de grasa abdominal. En comparación con la obesidad periférica o glúteo-femoral.

Existen diferencias significativas entre el tejido adiposo subcutáneo (SAT) y el tejido adiposo visceral (TAV). En términos de características anatómicas, celulares, moleculares, fisiológicas, clínicas y pronósticas. La salud humana tiene un efecto negativo por un exceso de tejido adiposo visceral. Aunque ambos tipos de tejido adiposo son responsables de la resistencia a la insulina.

El tejido adiposo visceral exhibe una actividad metabólica y hormonal mucho mayor, con probabilidad de lipólisis. A esto se asocia también la DM2, la intolerancia a la glucosa, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.

La grasa visceral se convirtió en un tema de interés desde 1980. Desde que se observó a un paciente con síntomas de síndrome metabólico, a pesar de un índice de masa corporal (IMC) normal. La obesidad de este tipo se define como peso normal metabólicamente obeso (MONW).

Síntomas de la obesidad delgada

El término «grasa flaca» se refiere a un cuerpo con una cantidad relativamente baja de tejido muscular y un alto porcentaje de grasa corporal.

Hay una idea errónea común de que los cuerpos delgados indican buena salud. Incluso con un IMC «normal», las personas con mayor cantidad de grasa corporal y menor masa muscular pueden desarrollar:

  • resistencia a la insulina
  • colesterol alto
  • alta presión sanguínea

¿Cómo se vería la “gordura delgada”?

El término «grasa flaca» no tiene un significado estandarizado y no es un término médico. Tiene diferentes interpretaciones.

A pesar de tener un IMC «normal», se asocia menos tono muscular y fuerza, y un porcentaje de grasa corporal relativamente alto. Las personas sin buena forma física a menudo se describen negativamente con este término.

Es posible tener mucha grasa visceral y poca definición muscular si eres «gordo flaco».

¿Qué hace que las personas sean consideradas «gordas delgadas»?

El cuerpo de cada persona es único. De hecho, si el porcentaje de grasa corporal es mayor y la masa muscular menor puede ser predisposición genética.

El tamaño del cuerpo también contempla factores como hábitos de ejercicio y nutrición, edad y niveles hormonales.

Factores importantes contra la obesidad: ejercicio y dieta

La construcción de músculo es estimulada por las hormonas anabólicas, liberadas durante el ejercicio. El riesgo de diabetes también se puede reducir con ejercicio, ya que aumenta la sensibilidad a la insulina.

La composición del cuerpo y el almacenamiento de grasa tienen efectos negativos con los cambios hormonales, sin ejercicio regular.

Tu composición corporal también puede verse afectada negativamente por una dieta alta en azúcar refinada. La obesidad y el consumo de azúcar tienen relación.

Es difícil medir si la grasa flaca es más frecuente en ciertos sexos, es subjetivo.

Envejecimiento y desequilibrios hormonales

Los cambios hormonales dificultan el mantenimiento de los músculos en los adultos mayores. Entonces corren el mayor riesgo de pérdida de masa muscular (sarcopenia) y aumento de la grasa corporal.

El cambio en el almacenamiento de grasa corporal puede ser causado por desequilibrios hormonales. Tras la menopausia, disminuyen los niveles de estrógeno, aumenta la masa grasa y aumenta el almacenamiento de grasa visceral en el abdomen.

¿Hay alguien en riesgo de ser «gordo flaco»?

Aquellos que no hacen ejercicio con regularidad o mantienen una dieta desequilibrada pueden tener un mayor riesgo de diabetes, derrames cerebrales y enfermedades cardiovasculares.

Hay cinco principales factores de riesgo para esta afección:

  • Alta presión sanguínea
  • niveles altos de azúcar en la sangre
  • exceso de grasa alrededor de la cintura
  • niveles altos de triglicéridos
  • niveles bajos de colesterol HDL bueno

El riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular es mayor en personas metabólicamente obesas y de peso normal mayores de 65 años.

La combinación de baja fuerza muscular y masa muscular y una gran cantidad de grasa también puede provocar deterioro cognitivo.

¿Tu dieta puede hacer que tengas «obesidad delgada»?

Tu cuerpo produce insulina cuando come alimentos azucarados. Estos transportan el azúcar a las células de grasa y músculo para su almacenamiento.

La resistencia a la insulina ocurre cuando tu cuerpo deja de responder a la insulina y estos niveles están crónicamente elevados.

Las proteínas y otros nutrientes son esenciales para construir tejido muscular de manera eficiente. La insuficiencia de nutrientes en tu dieta puede evitar que tu cuerpo desarrolle músculos.

Medidas dietéticas recomendadas

Puedes mejorar tu composición corporal:

  • Consume cereales integrales, frutas y verduras para la mayoría de tus necesidades de carbohidratos.
  • Asegúrate de consumir proteínas.
  • Limita el consumo de bebidas azucaradas o altas en calorías.
  • Minimiza el consumo de azúcar.
  • Reduce tu consumo de alimentos ultraprocesados: pasteles, cereales endulzados y barras de chocolate.
  • Después del ejercicio, come alimentos ricos en proteínas.

¿Qué medidas de estilo de vida pueden ayudar con la obesidad?

El estrés y la falta de sueño pueden contribuir al aumento de la grasa corporal.

Mejora la composición de tu cuerpo con estas recomendaciones y prohibiciones:

  • Invierte tiempo en actividades para aliviar el estrés y minimiza tu estrés.
  • Duerme al menos siete horas por noche.
  • Asegúrate de hacer ejercicio al menos una vez a la semana.
  • Limita tu consumo de azúcar refinada y sigue una dieta balanceada.
  • Toma descansos de estar sentado por largos períodos de tiempo.

No

  • Sigas una dieta estricta en un intento por perder peso.
  • Duermas menos de siete horas por noche.
  • Consumas alcohol en exceso, ya sea de una sola vez o con el tiempo.
  • Antes de ir a la cama, no consumas cafeína.
  • La comida rápida es la principal fuente de nutrición.

¿Hay ejercicios que pueden ayudar a este tipo de obesidad?

Su composición corporal puede mejorar si hace más ejercicio.

  • No hay ejercicios o entrenamientos específicos que se sepa que reducen la composición corporal de «grasa flaca», al contrario de lo que afirman algunos sitios web. Haz que el ejercicio sea parte de tu rutina semanal al encontrar una actividad que disfrutes.
  • Haz ejercicio de 150 a 300 minutos a la semana con intensidad moderada.
  • Dos veces a la semana, haz entrenamiento de fuerza para todos los grupos musculares principales.
  • Ejercicio aeróbico de intensidad moderada

Lo que necesitas saber

Una persona que tiene un IMC «normal» pero tiene un gran porcentaje de grasa corporal y una pequeña cantidad de masa muscular se considera grasa flaca. Obesidad delgada.

El riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas puede ser mayor en personas con esta composición corporal.

Puedes mejorar o mantener la composición de tu cuerpo haciendo ejercicio regular y con una dieta balanceada.

Cada persona tiene una definición diferente de lo que constituye el peso «saludable». Puede ser más importante prestar atención a la relación cintura-cadera que a tu IMC o peso. A esto se asocia más la enfermedad del corazón y sus consecuencias.

Una forma de reducir estos factores de riesgo es seguir un estilo de vida saludable. La mejor manera de lograr esto es hacer ejercicio regularmente, seguir una dieta saludable y dejar de fumar.

Sin embargo, no todos los factores se pueden controlar. Los proveedores de atención médica pueden aconsejarte si tienes antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares o perteneces a una población de riesgo.

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