Tu tracto gastrointestinal juega un papel esencial en tu salud. Cuando la comida viaja de la boca al estómago, se convierte en nutrientes y energía almacenada, y ayuda a expulsar los desechos. Una óptima salud intestinal hace maravillas para tu bienestar.
Sin embargo, el estrés emocional y las enfermedades crónicas (cáncer y diabetes), también se relacionana con el tracto gastrointestinal. Esto se debe a que cuando procesamos nuestros alimentos, billones de bacterias habitan en el tracto gastrointestinal y mantienen nuestra salud intestinal.
Tu microbioma intestinal es una colección de bacterias y microorganismos en tu estómago e intestinos. A su vez, es la clave de muchos problemas de salud. La salud intestinal puede verse afectada por ciertos entornos, alimentos y comportamientos. ¿Qué puedes hacer para mejorarla?
¿Por qué es importante la salud intestinal?
El intestino descompone todos los alimentos en una forma simple, con el propósito de que el torrente sanguíneo lo absorba y lo transporte por todo el cuerpo como nutrientes. Es esencial mantener un sistema digestivo saludable.
Como barrera, la pared intestinal es crucial para la función inmunológica. Un intestino sano repele a las bacterias y los virus que aportan a las infecciones. Al tener un intestino sano, los nervios y las hormonas tienen la energía suficiente para comunicarse con el cerebro y así mantener la salud general del organismo.
Cuando no mantienes una buena salud intestinal puedes desarrollar:
- Síndrome del intestino irritable (SII)
- Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
- Enfermedad celíaca
- Permeabilidad en la pared intestinal, lo que te hace más susceptible a infecciones
La salud intestinal también afecta a la salud mental
El eje intestino-cerebro es responsable de la comunicación entre el intestino y el cerebro. Esta conexión hace que tu intestino sea como tu “segundo cerebro”. A través de su proceso, las bacterias intestinales envían mensajes al cerebro. Afectan nuestro proceso mental, en relación a la toma de decisiones, puesto que también liberan hormonas similares a las que produce nuestro cuerpo.
Un desequilibrio en las bacterias intestinales puede provocar como irritabilidad y confusión mental. Por ello, el estrés también puede afectar a la salud intestinal y provocar un desequilibrio, sobre todo cuando produces una adicción de azúcar a tus cerebros.
¿Cómo puedes detectar los problemas de salud intestinal?
Los desequilibrios intestinales suelen ser fáciles de identificar:
- Sensación de hinchazón, inflamación
- Gases
- Mareos
- Náuseas
- Dolor de estómago
A menudo, estos desequilibrios se resuelven solos al poco tiempo. Pero también podrían volverse crónicos y requerir atención médica. Un gastroenterólogo analiza las condiciones específicas relacionadas con tu microbioma y el crecimiento de ciertas bacterias. Por ello, no es oportuno hacer pruebas comerciales, ve directo a consultar con tu especialista.
Debes intuir que algo está mal cuando estás estreñido, aumentas de peso, tienes diarrea, hinchazón y gases. El mal aliento y la irritación de la piel también son problemas comunes en algunos casos. Todo esto repercute en tu calidad de vida.
En tu intestino ya tienes bacterias saludables. Sin embargo, puedes controlar el entorno en donde crecen y se desarrollan.
¿Qué puedes hacer para mantener tu intestino sano?
Una buena salud intestinal requiere una dieta balanceada, hidratarse, hacer ejercicio de forma regular y dormir bien por la noche. Si eres saludable tu intestino también lo será.
Al igual que con otras partes de tu cuerpo, los malos hábitos también dañan a tu microbioma. Sobre todo cuando fumas y tomas en exceso, o cuando consumes ciertos medicamentos sin consultar con tu médico.
Así, puedes mejorar la salud intestinal al limitar el consumo de lácteos, carne roja y azúcares refinadas. También se recomienda consumir de 20 a 40 gramos de fibra al día, de acuerdo a tu edad y tu sexo. La fibra saludable proviene de alimentos como frutas, verduras, granos integrales, nueces y semillas.
Alimentos buenos y malos para tu salud intestinal
El crecimiento excesivo de bacterias malas en el intestino está relacionado con comer mucha azúcar, edulcorantes artificiales, alimentos procesados y alcohol. Ingiere esto con moderación.
Alimenta tus bacterias intestinales con prebióticos y probióticos: cereales integrales, cebollas, ajo, alimentos fermentados, fibra y yogur.
La clave está en una dieta equilibrada y saludable.
¿Ciertos medicamentos y tratamientos afectan a la salud intestinal?
La salud intestinal se daña con todo tipo de medicamentos, desde antibióticos hasta antidepresivos. Es posible que algunos medicamentos eliminen algunas bacterias, lo que representa un desequilibrio.
Los medicamentos que disminuyen la cantidad de ácido que produce el estómago, así que entre más antibióticos consumas, pero será el desequilibrio.
También tratamientos de radioterapia o quimioterapia pueden provocar diarrea y otros efectos secundarios gastrointestinales. Consulta con tu equipo de atención médica para agregar suplementos que protejan tu salud intestinal en estos momentos vulnerables.
Apoya a las bacterias buenas de tu intestino
Los cambios en tus hábitos saludables deben ser graduales pero consistentes. No olvides dormir lo suficiente y controlar tus niveles de estrés. Todo esto ayudará a tu salud intestinal.
También comienza poco a poco con cambios en tu dieta. Come según la temporada para tener una alimentación más saludable. Las frutas y verduras de temporada son más nutritivas y te hacen mantener una dieta variada. También recuerda masticar muy bien tus alimentos. Intenta comer bien antes de recurrir a suplementos, vitaminas y probióticos.
¿Cuándo buscar atención médica en caso de problemas intestinales?
Consulta a tu médico si has estado experimentando hábitos intestinales anormales durante algunas semanas o meses.
Es importante que los pacientes con cáncer informen a su equipo de atención si notan algún cambio en tus hábitos intestinales o si están perdiendo o aumentando de peso rápidamente.
¿Es bueno tomar probióticos?
Se conocen como las «buenas bacterias» que hacen maravillas para un organismo promedio.
A través de los estudios clínicos de los últimos 100 años, sabemos que los probióticos combaten microorganismos que causan enfermedades.
Beneficios de los probióticos:
- Ayudan a la digestión
- Absorben mejor los nutrientes
- Mejoran la función inmunológica
- Reducen el estreñimiento y la diarrea asociados con el SII
- Controlan las alergias, el eccema y las infecciones vaginales
- Benefician del tracto urinario, la reservoritis y la remisión de la colitis ulcerosa
- Mejoran la salud de personas con enfermedades crónicas graves, como la diabetes tipo 2
Sin embargo, tampoco son la solución única para tu salud. Los investigadores han demostrado que un microbioma bien equilibrado incluye probióticos y nutrientes. Sólo así puede contribuir a un sistema digestivo y a un sistema inmunitario saludables.
Las investigaciones indican que los probióticos son de bajo riesgo y probablemente beneficiosos, siempre que colabore una dieta rica en nutrientes.
Consulta primero con tu médico para escoger los suplementos y probióticos más beneficiosos para ti.
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