La influencia del género en la salud | Diferencias en la salud de hombres y mujeres

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Es evidente que los cuerpos femeninos son diferentes a los masculinos. Cada célula del cuerpo humano tiene un componente sexual. Por lo tanto, las enfermedades, los medicamentos y los dispositivos médicos utilizados para tratarlos pueden ser experimentados de manera diferente por mujeres y hombres. Lee sobre cómo el género implica ciertas condiciones de salud físicas y mentales.

En materia de salud física (y a veces mental) no es posible que haya igualdad entre hombres y mujeres. Dependiendo de tu género asignado al nacer, puedes presentar ciertos problemas de salud y evitar otros. Esto tiene que ver con la biología de cada quien. Sin embargo, la mayoría de las condiciones de salud afectan tanto a hombres como a mujeres, lo único quelo diferencia es la manera y el nivel de gravedad.

Además, hay enfermedades más comunes en ciertos sexos que en otros, pero los médicos aún no saben todos los detalles que determinan este fenómeno. Los profesionales de la salud informan que se deben a complicadas influencias hormonales, fisiológicas y genéticas. 

Descubre cómo afecta el género a la salud de hombres y mujeres, con el fin de prevenir futuras afecciones o cuidar a un ser querido que esté más predispuesto a ciertas condiciones de salud.

El género masculino en materia de salud

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El comportamiento de los hombres suele hacerlos más vulnerables, al grado de aumentar sus posibilidades de lesionarse y enfermarse.  Debido a ello, también tienen un mayor riesgo de lesionarse y enfermar. Además, tienden a comer de forma menos saludable, por lo que tienden a tener sobrepeso.

Sin embargo, existen más factores que contribuyen al riesgo de los hombres de padecer varias enfermedades, como la anatomía, las hormonas y los genes:

En primera, están las enfermedades del corazón. Más del 39% de hombres mayores a 65 años padecen enfermedades del corazón, contra alrededor del 27% de las mujeres también tienen una condición similar.

El cuerpo de una mujer generalmente tiene forma de pera, mientras que el de un hombre suele ser de manzana. De esta forma, al engordar, las mujeres aumentan tallas en las caderas y los muslos. Mientras, los hombres aumentan alrededor de la cintura. Así, la grasa visceral es un factor de riesgo para enfermedades cardíacas ajenas a muchas mujeres.

Los hombres no tienen estrógeno suficiente para protegerse. Es posible reducir los factores clave para presentar enfermedades cardíacas a través del estrógeno, el cual reduce los niveles de colesterol en las mujeres. El riesgo aumenta para las mujeres después de la menopausia.

Parkinson. Hay un 50% de probabilidades entre hombres y mujeres para esta enfermedad neurológica incapacitante.

No obstante, el estrógeno ayuda a proteger la función neurológica al activar proteínas e interactuar con moléculas de radicales libres. En comparación con las mujeres, los hombres tienen menos estrógeno para protegerlos en este aspecto. Se ha sugerido en estudios un vínculo genético entre el Parkinson y el cromosoma X masculino.

Los hombres son más propensos a sufrir de:

  • Autismo
  • Cálculos renales
  • Pancreatitis

Además, hay más hombres que simplemente se rehusan a acudir a un especialista de la salud, pese a presentar problemas de salud.

El genero femenino en materia de salud

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Los riesgos para la salud de las mujeres suelen discutirse en relación con la anatomía y las hormonas. Los siguientes son unos cuantos ejemplos de ello:

En Estados Unidos más de 55 000 mujeres al año sufren más accidentes cerebrovasculares que hombres. El estrógeno contribuye a esta estadística.

Hay una falta de conciencia entre las mujeres sobre el impacto del estrógeno en el riesgo de accidente cerebrovascular. Además, las píldoras anticonceptivas, la terapia de reemplazo hormonal y el embarazo muestra un aumento en el riesgo, pero hay personas que ni siquiera son conscientes de este cambio en los niveles de estrógeno en estos procesos.

Las sustancias de coagulación en la sangre se ven afectadas por los cambios en los niveles de estrógeno, no por el estrógeno en sí. Cuando hay mayor actividad, la coagulación ocurre con mayor frecuencia y resulta en un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.

Osteoporosis. De entre 10 millones de estadounidenses con osteoporosis, el 80% son mujeres. Hay menos células óseas en los huesos de las mujeres cuando nacen y tienen huesos son más delgados y pequeños. El estrógeno puede evitar que una sustancia destruya las células óseas durante la mayor parte de sus vidas.

Sin embargo, en la menopausia, las mujeres pierden masa ósea y esto provoca que disminuyan los niveles de estrógeno. Casi la mitad de las mujeres mayores de 50 años que padecen osteoporosis se rompen un hueso.

Los siguientes riesgos son más frecuentes entre las mujeres:

  • Migrañas
  • Alzheimer
  • Problemas del tracto urinario
  • Esclerosis múltiple

Las diferencias aún entre la igualdad

Diabetes

Esta enfermedad afecta a hombres y mujeres por igual, sin embargo, es más probable que cause más enfermedades cardíacas en mujeres que en hombres, a pesar de que casi la misma cantidad de hombres y mujeres la padecen.

Las mujeres tenían un menor riesgo de diabetes al principio. Además, la adición de la diabetes al riesgo de enfermedades del corazón para las mujeres esencialmente las pone al mismo nivel que los hombres en lo que respecta a las enfermedades del corazón.

Depresión

La tasa de suicidio entre hombres es más alta, pero la tasa de depresión es más alta entre mujeres.

Esto puede tratarse más de cómo definimos y diagnosticamos la depresión. Un cuestionario de depresión podría identificar a más individuos masculinos en riesgo si se añaden preguntas sobre la ira, el abuso de sustancias y los comportamientos de riesgo.

No hay diferencia de género en la prevención de la salud

La influencia del género en la salud | Diferencias en la salud de hombres y mujeres

Llevar un estilo de vida saludable es fundamental para cuidarse sin importar el género.

Nunca está de más seguir las sugerencias de un profesional de la salud: Comer una dieta saludable, hacer ejercicio y no fumar. Agrega 15 minutos de caminata al día o come más frutas y verduras. Esto podría marcar una gran diferencia.

Además de abordar los problemas que te hacen más vulnerable, es imperativo mantenerse activo. Conoce tu presión arterial, tus niveles de colesterol, tus niveles de azúcar en la sangre y tu índice de masa corporal. También es importante que tu médico conozca el historial familiar para cubrir enfermedades genéticas.

Se sabe que las mujeres van al médico con más frecuencia que los hombres. Es necesario que acudan para asegurar un buen cuidado de su salud.

En resumen

Es evidente que los cuerpos femeninos son diferentes a los masculinos. Cada célula del cuerpo humano tiene un componente sexual. Por lo tanto, las enfermedades, los medicamentos y los dispositivos médicos utilizados para tratarlos pueden ser experimentados de manera diferente por mujeres y hombres. 

Pese a tener este conocimiento, aún se siguen enfoques de talla única para la prevención, el manejo y el tratamiento de muchas afecciones de salud.

Entre las diferentes enfermedades que afectan hombres y mujeres está la enfermedad cardíaca. Hay menos probabilidad de que las mujeres experimenten síntomas clásicos de un ataque al corazón que los hombres. Como consecuencia, las mujeres con frecuencia experimentan diagnósticos tardíos o mal diagnosticados con los procedimientos tradicionales. Asimismo, es más probable que una mujer desarrolle una enfermedad cardíaca, puesto que se le diagnostica la enfermedad diez años después. Las afecciones cardiovasculares (ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, entre otras) afectan a hombres y mujeres de manera diferente.

Desde que los Institutos Nacionales de Salud incluyeron a las mujeres en la investigación clínica, en 1986, comenzaron a contemplarse las diferencias sexuales en la salud. De esta manera, los investigadores pudieron estudiar diferentes efectos de los medicamentos, los procedimientos y las enfermedades en mujeres y hombres. 

La FDA introdujo la «Regla demográfica»

De esta manera, los fabricantes demuestren cómo su medicamento es seguro y efectivo para diferentes edades, razas y géneros antes de que se apruebe.

La incorporación del  organismo femenino a las investigaciones clínicas se han traducido hacia nuevos avances para la mujer. En 2010, la FDA aprobó un dispositivo de asistencia ventricular izquierda más pequeño para pacientes con insuficiencia cardíaca grave que no son candidatos para un trasplante de corazón. El tamaño busca la adaptación frente a las diferencias en el sexo y el género asignado al nacer, lo que permite que más mujeres reciban este tratamiento que salva vidas.

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