Las disparidades en la atención médica ya están bien documentadas en función de la raza y el origen étnico. No desaparecerá pronto. Se ha escrito mucho sobre el fracaso de los profesionales médicos y las instituciones para abordar este problema de empatía, pero la simple retórica y las pruebas no conducirán a un cambio sustancial.
Las disparidades raciales y étnicas deben abordarse concretamente mediante cambios inmediatos. Las siguientes iniciativas son necesarias para llevar a cabo esta tarea.
La mejora de la atención médica mediante el estudio de causas y efectos de los prejuicios raciales y étnicos a través de la investigación
Como ya sabemos, existen varias razones para estos problemas:
- Pobreza
- Acceso inadecuado a atención médica de alta calidad
- Peligros ambientales en las comunidades
- Programas de prevención inadecuados que satisfacen las necesidades de sus residentes.
El establecimiento médico, sin embargo, parece estar plagado de sesgos inconscientes, que deben ser estudiados. La profesión médica y los mismos pacientes necesitan de la educación necesaria. El prejuicio afecta las decisiones médicas de manera sutil y los profesionales médicos deben ser conscientes de estas influencias perjudiciales para su práctica profesional.
Para tomar decisiones informadas sobre el tratamiento médico, los pacientes necesitan una educación que los haga actuar de manera activa e informada.
Se debe proporcionar educación continua a los profesionales de la salud desde la escuela de medicina en adelante. Hay disparidades raciales y étnicas en la sociedad y hay formas de identificarlas y confrontarlas.
Específicamente, se han recomendado programas de educación transcultural para mejorar la conciencia de los profesionales sobre las influencias culturales y sociales en el cuidado de la salud. De esta manera se puede permitirles obtener, negociar y manejar esta información clínicamente a todos los profesionales de la salud.
Tres enfoques conceptuales para la educación intercultural
Estos pueden tener una variedad de metodologías interactivas y experienciales para enseñar estos enfoques.
Esto se centra en las actitudes (sensibilidad/conciencia cultural); conocimiento (enfoque multicultural/categórico); y en las habilidades (enfoque intercultural).
Hasta ahora, la investigación ha demostrado que la capacitación es efectiva para mejorar la comprensión de los proveedores de los aspectos culturales y conductuales de la atención médica y para establecer habilidades de comunicación más efectivas, hacia el desarrollo humano y personal.
Durante la escuela de medicina, los internos y los residentes reciben capacitación intercultural, así como médicos asistentes como parte de sus cursos de educación médica continua.
Los médicos deben examinar sus propias prácticas personalmente para asegurarse de que los prejuicios raciales no afecten el juicio clínico. Solo los profesionales médicos pueden identificar y vencer los prejuicios a través del autoexamen y la educación objetiva continua.
Los establecimientos médicos deben crear asociaciones significativas con las comunidades si quieren educar también al público. Para crear confianza con las comunidades minoritarias, las escuelas, las iglesias, las organizaciones religiosas y los grupos cívicos locales deben asociarse.
Estas iniciativas deben ser parte de un proceso continuo que involucre participación, diálogo y retroalimentación; no pueden ser vistos como eventos únicos.
¿En dónde empezar?
Hace falta democratizar la salud. Encontrar diversos lugares para participar en la pronta detección, la información y el contacto inmediato con las personas afectadas en distintas enfermedades:
- Consejos asesores
- Pruebas de detección gratuitas para diferentes enfermedades
- Ferias de salud
- Conferencias de educación pública
Estos son métodos efectivos para involucrar a las comunidades objetivo. El diálogo debe garantizar la apertura, la honestidad y el respeto mutuo durante estos compromisos.
A través de tales sesiones que los profesionales médicos podrán informar al público sobre la necesidad de exámenes médicos e investigación clínica. Además, el público podrá expresar sus preocupaciones sobre diversas enfermedades, protocolos de investigación y nuevos medicamentos.
En evaluaciones periódicas, revisiones y foros abiertos, un diálogo de este tipo proporcionará la retroalimentación y los comentarios que permitan a los profesionales médicos y al público escuchar las preocupaciones de la salud de los demás. Será una comunidad diversa, unida en el compromiso de la salud, no separada por el sesgo ético e inconsciente de los profesionales clínicamente desapegados.
La comunicación honesta y eficaz es la clave para fomentar la confianza y dar a los pacientes una sensación de control sobre las decisiones de atención médica.
También se espera que esta comunicación honesta disipe los mitos que circulan dentro de las comunidades minoritarias con respecto a enfermedades, medicamentos y experimentos. Todas las personas deben ser vistas y correctamente atendidas por los profesionales de la salud.
Entonces, será más probable que los pacientes participen en investigaciones clínicas y se adhieran a tratamientos recomendados, bajo su pleno consentimiento.
Las lecciones de conciencia cultural, las discusiones sobre ética y los ejercicios de juego de roles deben ser parte de cualquier curso de un profesional de la salud. Los temas actuales deben estar en constante discusión, además de crear distintos formularios de autorreflexión después de cada sesión.
Conclusión
El aprendizaje de la educación médica debe mantener también un aprendizaje continuo sobre la empatía y el profesionalismo médico, así como conciencia cultural y la relación entre médicos y pacientes.
En ocasiones los practicantes y los estudiantes médicos podrían tomar a mal estas introducciones a los problemas culturales y socioeconómicos de la facultad. Hay quienes incluso consideran que no es más que una pérdida de tiempo, un tiempo que podrían haber dedicado a estudiar.
Es posible que muchos profesionales médicos consideren que la educación cultural y la formación profesional es algo suave. Precisamente, trata una habilidad suave para tratar con los pacientes.
También es probable que los estudiantes de medicina no quieran dedicar tiempo a estudiar un tema que no se puede medir de manera objetiva, porque han sido capacitados a lo largo de sus carreras académicas para valorar el desempeño objetivo.
Sin embargo, habrá que considerar el trato humano frente a la frialdad de la tecnología. Si bien la computadora puede diagnosticar a una persona a partir de sus síntomas, no tiene la experiencia o el conocimiento cultural para tratarlos tan bien, más allá de identificar su enfermedad. La capacidad empática de un médico lo hace único; sin él, serían simplemente computadoras altamente capacitadas.
En la educación médica, el desafío es hacer que la información sea relevante para inolucrar a los profesionales pertinentes. Es posible que este tipo de educación no se perciba inmediatamente como valiosa. Sin embargo, hace falta contribuir en gran medida a mejorar la capacidad para empatizar y ser profesional en el campo de la medicina, para abordar desde una comunicación efectiva y capacitada.